Esta ley establece medidas alternativas donde se implica la comunidad y se repara a la víctima. Configura una regulación completa de la responsabilidad penal y pone fin a una situación preconstitucional incompatible con las debidas garantías de todo enjuiciamiento penal.
Su filosofía es educativa y socializadora. implica a la sociedad y en alguna medida a los perjudicados y víctimas. Cuenta con un ámplio abanico de medidas no restrictivas de libertad y de tipología de centros de internamiento. Equilibra las garantías jurídicas con las características personales. Compromete de manera matizada que padres y tutores respondan solidariamente de los menores a su cargo, lo que resulta preventivo para el futuro y socialmente aplaudido.
La única forma operativa de interpretar la delincuencia es entenderla como un proceso evolutivo en el que interrelacionan múltiples factores tanto personales como ambientales que se asientan sobre otross anteriores que conforman la historia del sujeto. Es desde el criterio de que la conducta disocial ha sido aprendida y que la etiología se concreta en un proceso de socialización erróneo o inadecuado como podemos arrinconar conceptos de patología o anormalidad y acentuar una más ámplia educación sin perder de vista la terapia.
Los niños y jóvenes son personas con derechos y deberes, les exigimos una responsabilidad y voluntad en evolución, pero siempre priorizando los derechos de los niños sobre los de los padres e instituciones. No se puede exigir responsabilidad si antes no han existido modelos que hayan permitido su aprendizaje e interiorización. Hemos de velar especialmente por el interés del menor como contrapunto a la reparación del daño causado, hemos de primar la respuesta psicoeducativa como antónimo de la penalizadora-vindicativa. se ha de incentivar la prevención como sistema de protección.
la situación, cuando llega a los juzgados de Menores, suele ser de tan intensa gravedad que no cabe otra solución inicial que el internamiento en un centro de reforma, una vez juzgado y condenado por el juez.Es una forma de poner freno a una posible generalización de esas conductas, la sociedad se defiende de esas actuaciones.No debemos olvidar que se treta de un internamiento en centro de reforma que tenemos que entenderlo como un centro donde se procurará la modificación de conducta, la reeducación, que es el espíritu no sólo de esta Ley sino de todo el Código Penal y Leyes que lo acompañan. Por eso, aunque hay un fuerte debate de moda sobre si cambiar la ley y volver a implantar una
especie de "cadena perpetua" aunque se le ponga como adjetivo "revisable", jamás se puede referir a menores porque estaríamos vulnerando todos los derechos de protección de los mismos, aún siendo conscientes de la gravedad de los delitos para los que se piden dichas penas.
La Ley Orgánica 5/2000 de Responsabilidad Penal del Menor recoge otras medidas como la asistencia a un centro de día: el menor reside en su domicilio habitual y acude a un centro plenamente integrado en la comunidad, a realizar actividades de apoyo, educativas, formativas, laborales o de ocio.
Otra posible medida a imponer es la permanencia de fin de semana, bien en su domicilio o en un centro, hasta un máximo de treinta y seis horas.
El internamiento en centro es el paso previo para una terapia profunda y dilatada, donde reequilibrar su comportamiento y percepción del mismo, actitud hacia los otros, etc.
El conjunto de síntomas, factores de riesgo y curso en la infancia y adolescencia demuestran que no es suficiente centrarse solamente en el niño, hay que intervenir en la estructura niño-familia-contexto, desde una perspectiva global e integradora.
Los profesionales han de estar concienciados de su obligación de no ser asépticos y neutros, sino de intervenir en defensa de los más débiles, los niños, denunciando todo lo que atente a su maduración.
Para trabajar con jóvenes en conflícto y/o riesgo social, hace falta vocación que supone tanto preparación científica como verdadero interés y cariño hacia la labor que se realiza.
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ResponderEliminarLa alta tasa de violencia infantil implica que los adultos no estamos educando correctamente a nuestros hijos, es obvio que hay muchas cosas que están fallando... Debemos reconocer nuestros errores y en ese preciso momento comenzará la verdadera educación ya que son muy pocos los que realmente saben lo que es educar.
ResponderEliminarLa violencia infantil es un tema preocupante y de máxima urgencia ya que estos niños mañana serán adultos y la cepa de la educación de la próxima generación...
ResponderEliminarun tema sobre el que hay mucho que hablar y reflexionar y pro supuesto desde todos los ámbitos
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